El cambio en el perfil de los consumidores impulsa el aumento de la producción de celulosa en Sudamérica

Incluso con la transformación tecnológica en sectores que tradicionalmente utilizan grandes cantidades de papel, como las oficinas y las industrias gráficas, el segmento de la celulosa en esta parte del continente ha registrado un gran aumento de la capacidad de producción en la última década y ha tratado de adaptarse a los constantes cambios en el consumo de papel.

La pandemia, principal barrera para otros sectores, contribuyó a impulsar aún más la demanda de productos a base de celulosa, como los pañuelos de papel (papel higiénico, pañuelos de papel y toallas de papel) y el cartón (envasado de alimentos). Según una encuesta realizada por Valmet, líder mundial en el suministro y desarrollo de tecnologías de proceso para el sector, el perfil de consumo ha cambiado, pero el uso de la materia prima ha aumentado en los últimos dos años. La empresa finlandesa estima que la producción de celulosa aumentará un 20% en el año 2025 en gran parte de Sudamérica.

Según el Director de Celulosa y Energía de Valmet en Sudamérica, Fernando Scucuglia, la crisis sanitaria ha obligado al mundo moderno a reconocer su dependencia de estos productos. "En una sociedad cada vez más urbana, creció el consumo del tisú, como los pañuelos desechables, las toallas de papel y el papel de embalaje. El comercio electrónico y las aplicaciones alimenticias nunca habían consumido tanto papel, y la falta de materia prima se hizo notar en los primeros meses de la pandemia, con una demanda nunca antes vista, provocada por las medidas de prevención, incluidos los protocolos de higiene, la necesidad de reducir el movimiento de personas y el aislamiento social", afirmó el director.

Oportunidad para Brasil

Brasil, el mayor exportador mundial de celulosa, avanzó un 7,8% en la producción del producto en el último trimestre de 2020, el segundo mayor volumen desde el inicio del récord histórico, según una encuesta de la Industria Arbórea Brasileña (Ibá). Pero, ¿por qué el país se destaca tanto entre la competencia? La respuesta está en el suelo brasileño: con los bosques más productivos del mundo, hubo una reducción de gastos con la siembra de materia prima, hecho que otorga una competitividad inigualable a los productores de celulosa y papel. “Si tomamos el eucalipto como ejemplo, se necesitan de 5 a 7 años para que esté listo para cortar. Este tiempo es dos, tres veces más corto que en otros países y es fundamental, ya que los gastos de producción con materias primas representan entre el 60% y el 70% de los gastos de la industria”, dijo Scucuglia.

Además, la superficie de plantación de eucaliptos en Brasil no compite con los lugares destinados a la producción de alimentos, un problema que sufren los principales competidores. "El precio de la pulpa es más bajo que en la región escandinava, en Europa y en Estados Unidos, por lo que nuestros clientes obtienen mayores beneficios en las negociaciones", añadió.

Capacidad de producción

Para acompañar la tendencia favorable del mercado, los principales fabricantes de celulosa y papel con instalaciones en Brasil han invertido en proyectos de expansión: CMPC, Klabin, Bracell, LD Celulose, Suzano, Eldorado; todos en proceso de ampliación y modernización de sus plantas. Con los grandes proyectos en suelo brasileño, Sudamérica debería aumentar su capacidad de producción en un 35% para el año 2030.

Participando en los principales proyectos del sector, Valmet ha buscado desarrollar soluciones junto a los gigantes del segmento. "Recientemente hemos puesto en marcha la MP 27 y la nueva línea de fibra de Klabin con el primer digestor continuo Valmet de generación 3 (Valmet Continuous Cooking G3), áreas clave para el aumento de la capacidad de producción de envases de la planta. En Bracell, por ejemplo, entregamos la mayor planta de evaporación del mundo y la mayor planta de licor blanco sin uso de combustible fósil, un hito para Sudamérica. Además, hemos sido elegidos por CMPC como socio principal del proyecto BioCMPC, que modernizará la unidad de Guaíba, mejorando el rendimiento medioambiental de la unidad y aumentando la capacidad de producción de la planta de celulosa", explicó Fernando Scucuglia.

Para Klabin, en Ortigueira, Paraná, Valmet suministró la máquina MP 27, que produce Eukaliner, el primero del mundo fabricado con pasta de eucalipto al 100%, mientras que al proyecto STAR de Bracell en Sao Paulo, le entregó una planta de evaporación, una planta de licor blanco para caustificación y dos hornos de cal con gasificadores de biomasa, que serán los primeros y más grandes gasificadores de Sudamérica con generación de energía sin combustibles fósiles.

Por su parte, LD Celulose, que se encargará de producir 500.000 toneladas de celulosa soluble al año, ha adquirido las líneas de fibra, secado y enfardado de celulosa, así como una planta de licor blanco y otra de evaporación. Valmet también será responsable de todo el sistema de automatización de la planta.

Además, recientemente se ha anunciado la elección de Valmet como socio principal del proyecto BioCMPC, cuyo objetivo es mejorar aún más el rendimiento medioambiental de la unidad en términos de emisiones de agua, gases y de residuos sólidos. Como beneficio adicional, la unidad tendrá un aumento en la capacidad de producción de la línea 2 de la planta de celulosa de Guaíba, en Rio Grande do Sul: de 1,5 millones de TDA/año (toneladas secadas al aire por año) a 1,85 millones de TDA/año.

La entrega de Valmet para esta modernización, cuya finalización está prevista para finales de 2023, incluirá la renovación de la planta de secado de celulosa, la línea de fibra, la evaporación y de licor blanco, una nueva caldera de recuperación y un nuevo tratamiento de cenizas, así como una mejora del sistema de control digital distribuido (DCS) que incluye aplicaciones avanzadas de Internet industrial. La modernización de la línea incluye mejoras para lograr una alta fiabilidad y rendimiento con un bajo impacto medioambiental.

¿Y el futuro?

Según Scucuglia, además del aumento de la capacidad de producción, Brasil también será protagonista de una nueva etapa en la industria de la celulosa, que incluirá la difusión de productos nuevos y sustentables.

"Seremos pioneros en la producción de fibra, papel tisú, cartón de embalaje y también en la sustitución de productos con materias primas renovables, sustituyendo el plástico y otros productos desajustados al concepto "environmental friendly" por fibra de celulosa procedente de la nanotecnología. La celulosa es una molécula flexible y puede utilizarse en innumerables aplicaciones. Por nuestro protagonismo, seremos fundamentales en esta nueva etapa del mercado, como en los avances de Klabin en la extracción y refinado de lignina y en microfibra de celulosa. Lo que ahora es una planta de celulosa, puede en un futuro muy cercano ser una biorrefinería, con bosques certificados como fuente de materia prima, produciendo fibra, papel, energía, hilo de seda, metanol, ácido sulfúrico, lignina y otros productos bioquímicos esenciales para el ser humano, con bajo impacto ambiental, mediante procesos sostenibles y tecnología de vanguardia", añadió.